“Ninguno de nosotros es tan bueno como el conjunto de todos nosotros”… (Ray Kroc- fundador de McDonald´s)
Hoy mas que nunca esa evidencia se mantiene presente en nuestras organizaciones, lo que nos lleva de la mano a la palabra mágica: “colaboración”, definida como una relación sinérgica que se establece cuando dos o mas personas o entidades que trabajan juntas producen algo mayor que la suma de sus habilidades y contribuciones individuales.
Cuando esto sucede hay varios beneficios que todos comparten:
- Proyectos de más calidad
- Equipos más eficientes
- Ambientes laborables más sanos
- Aumento de la productividad
- Crecimientos mayores
Cuando logramos fomentar como líderes una adecuada colaboración provocamos que nuestros equipos y entre ellos se logren solucionar problemas, generar ideas innovadoras o nuevos productos y dar un servicio de mayor calidad centrada en el cliente.
La pregunta es … ¿Qué necesitamos generar para que se produzca una verdadera colaboración? …Si de verdad queremos que nuestra organización progrese y prospere a través de la colaboración, necesitamos:
- Un alto grado de compromiso
- Un objetivo unificador
- Una estructura que permita la comunicación, la participación y el trabajo en equipo.
- Y lideres..capaces de hacer convivir la competición y la colaboración como estilos válidos, de acuerdo al momento presente de la organización.
La colaboración es la única manera de alcanzar el máximo potencial empresarial, profesional e incluso humano, es la piedra angular del éxito. Un entorno de colaboración adecuado favorece la capacidad creativa de las personas y genera un crecimiento organizativo exponencial.
Como líderes necesitamos ser el ejemplo a seguir, mostrando de una forma clara y evidente que el objetivo es hacernos mas innovadores a través de la colaboración. Y para ello:
a) Necesitamos mostrar que estamos dispuestos a ori las ideas de todos los miembros del equipo en todos los niveles de la empresa y seguir hasta el final implementando las que funcionen. b)Necesitamos que todos los profesionales de la organización tomen responsabilidad para introducir cambios en su rutina diaria y adoptar nuevos procedimientos, herramientas y estrategias en este sentido.
Obviamente no siempre será tan simple transformar una cultura empresarial tradicional a una cultura de colaboración y, por eso es preciso que los cambios se expliquen, que los nuevos procesos se describan de forma comprensible y que haya sistemas preparados para respaldar las nuevas metodologías. Es fundamental involucrar a todas las personas en el proceso de averiguar cómo hacer que funcione bien la colaboración.
Otro elemento clave a la hora de promover el cambio y la colaboración es una clara definición y explicación de las razones y beneficios de dichas transformaciones. Como lideres debemos centrarnos en pensar y comunicar en clave de “¿Qué beneficios me aporta esto?” para cada una de las personas de nuestros equipos y mantener estos beneficios muy presentes hasta que se haya consolidado la cultura de colaboración.
Si queremos instalar una cultura de colaboración efectiva necesitamos tener presentes algunas de las siguientes tácticas:
a) Establecer confianza (el valor de los valores y el origen y base de las relaciones interpersonales) porque es vital para el desarrollo y el mantenimiento de una cultura de colaboración.
Cada profesional de la organización o del equipo debe poder confiar en que sus líderes actuarán buscando el mejor interés de la empresa y cumplirán sus compromisos, lo que implica que como directivos tendremos que modelar los nuevos comportamientos necesarios y recompensar y reconocer los comportamientos de colaboración.
Asimismo, los miembros del equipo necesitan confiar en que tanto los directivos como sus compañeros serán abiertos con ellos, compartirán información, los respetarán y les atribuirán el mérito de sus ideas.
b) Dar a las personas tiempo suficiente para colaborar – cosechar los beneficios de la colaboración lleva su tiempo y eso implica que, en ocasiones, los miembros del equipo pueden renunciar a oportunidades de colaboración si sienten presión de tiempo.
c) Proporcionar acceso a otras personas y a la información – puede resultar complicado resolver algunos problemas o tratar determinados asuntos si no se tiene acceso a las personas oportunas o si hubiera falta de información.
d) Fomentar la comunicación abierta – sin un ambiente de confianza donde los profesionales se sientan libres para comunicarse abiertamente y con la frecuencia necesaria es imposible la colaboración.
e) Ayudar a mantener reuniones productivas – dado que en estas culturas colaborativas es necesario que los miembros del equipo se junten con frecuencia (brainstormings, debate de alternativas, toma de decisiones, diseño de planes de acción, seguimientos y análisis de resultados, etc…), es importante usar ese tiempo de manera productiva y maximizar los beneficios de la colaboración. Premisa básica: toda reunión debe tener un objetivo claro y planearse adecuadamente
f) Ofrecer herramientas que faciliten la colaboración – hoy disponemos de una variedad de herramientas tecnológicas que nos facilitan este objetivo. Para promover, fomentar y facilitar la colaboración es necesario dar acceso a esas herramientas, así como proporcionar formación para que se utilicen correctamente
g) Diseñar un sistema de seguimiento – necesitamos un sistema capaz de recoger las ideas junto con las decisiones tomadas y las acciones que se van a realizar como resultado de las iniciativas de colaboración. NO hay que olvidar que una idea que no funcionó en una situación puede ser perfecta para otra y una acción que no logró el resultado deseado puede servir como oportunidad para aprender.
h) Proporcionar formación – en algunas ocasiones será necesario entrenamiento y desarrollo de habilidades claves tales como escucha activa, la comunicación interpersonal, la recepción y entrega de evaluaciones, la toma de decisiones….
i) Seleccionar gente colaboradora – lo que a veces implica que dicha selección la lleve a cabo personas colaboradoras. La habilidad del trabajo en equipo es un rasgo fundamental en este nuevo siglo XXI.
j) Reconocer y recompensar los esfuerzos de colaboración – diseñar y practicar de forma constante sistemas de feedback que reconozcan y recompensen a las personas por sus esfuerzos de colaboración.
k) Alimentar el entorno de colaboración constantemente – a veces es más difícil mantenerla que crearla y por eso hay que seguir alimentando la iniciativa y mantener esta cultura, aunque algunos de los proyectos no estén dando los resultados deseados. Si se mantiene el tiempo adecuado al final esta cultura se vuelve más instintiva y forma parte del ADN de la empresa.
Afortunadamente en muchas de las organizaciones actuales hay nuevas generaciones que han crecido con la idea de que compartir es bueno y se sienten cómodas con las tecnologías y las iniciativas que hacen posible la colaboración como una filosofía empresarial.
Como lideres es nuestra responsabilidad hacer que la empresa sea una red de colaboración interna (entre sus miembros) y externa (con todos los stakeholders actuales y potenciales).
A la vista de estas estrategias, mi pregunta para ti…. ¿Qué habilidades necesitas desarrollar para fomentar estas tácticas y generar equipos donde la colaboracion sea la norma?…

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